miércoles, 8 de octubre de 2008

UNA SEMANA


El tiempo pasa y no nos damos cuenta que se van las horas, los días, los meses, los años, …

Ya hace una semana que salí del puerto de mi rutina cotidiana y que me puse a navegar por esta bahía de mi sueño imposible y confieso que estoy enganchado al paseo diario de estas playas solitarias, en las que dejo volar mi yo más sincero como una cometa blanca que se deja mecer por el viento sin querer tocar tierra.

Y si cada día amanece con la mente puesta en ese rato que me permita preparar el papel de cada función a representar y liberar el pensamiento o el sentimiento que atesoro celosamente para derramarlos sobre este mar de olas sin vaivén, las noches se colman de sueños que desean ser contados para huir del mundo de Morfeo y trasladarse a una realidad que tal vez no será mejor. Curioso, ¿verdad?

Lo cierto es que poco a poco siento que me suelto en esta marea que me arrastra y expongo suavemente el reflejo que se ve en el espejo del agua. No sé si es mi mejor cara, pero desde luego es la más cierta y verdadera Y... ¡uff!, cada vez que sube el telón me siento desnudo en la escena, al igual que los árboles se nos muestran ya sin hojas en este destemplado y desapacible otoño.

Una semana… ¡y parece que fue ayer!


PD.: Yirio, bienvenido al mar de mis ciento una aventuras... y algunos tristes naufragios. Me gusta leerte porque tus palabras tienen brillo y me acercan más a ti. Gracias por abordar las entradas de mi blog como un pirata y poder compartir conmigo tu experiencia.

1 comentario:

Yovan dijo...

Muchísimas gracias, queridísimo, por tu postdata dedicada. Disculpa el retraso en escribirte estas líneas, pero he estado algo febril estos días. Pero pronto volveré a mi estado habitual.
Besos, y a seguir tan brillante y majo como lo eres tú siempre.
Se te quiere.