domingo, 5 de octubre de 2008

EL HOMBRE DE LA MANCHA


Soñar lo imposible soñar,
vencer al invicto rival,
sufrir el dolor insufrible,
morir por un noble ideal.

Saber enmendar el error,
amar con pureza y bondad,
querer en un sueño imposible,
con fe una estrella alcanzar.

Ese es mi afán
y lo he de lograr,
no importa el esfuerzo,
no importa el lugar,
saldré a combatir y mi lema será
defender la virtud aunque deba
el infierno pisar.

Porque sé que si logro ser fiel
a tan noble ideal,
dormirá mi alma en paz al llegar
el instante final.

Y será este mundo mejor
porque yo, sin rendirme jamás,
busqué en mi sueño imposible
poder una estrella alcanzar.


Ésta es la letra de "El Sueño Imposible" ("The Impossible Dream"), tema principal del musical "El Hombre de la Mancha" (cuyo título original es "Man of la Mancha"), que se estrenó en Broadway en 1965 y está inspirado en el protagonista de la novela “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha”, de D. Miguel de Cervantes.

El libreto es de Dale Wasserman, las letras de las canciones de Joe Darion y la música de Match Leigh.

En España se representó en 1968 con Claudio Brook y Nati Mistral; y en 1997 con José Sacristán y Paloma San Basilio, como Don Quijote y Dulcinea, respectivamente.

También Hollywood lo llevó al cine en 1971 con Peter O'Toole y Sofia Loren.

Desde hace muchos años se encuentra en mi bandera como una de las tres máximas que profeso para caminar por este mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esto me ha hecho rememorar, queridísimo, un pasaje del Ingenioso Hidalgo que hablaba de la que, para mí, es una de las grandes travestis de la literatura:

"Ta, ta, dijo Sancho. Qué ¿la hija de Lorenzo Corchuelo es la señora Dulcinea del Toboso, llamada por otro nombre Aldonza Lorenzo? Esa es, dijo Don Quijote, y es la que merece ser señora de todo el universo. Bien la conozco, dijo Sancho, y sé decir que tira tan bien una barra como el más forzudo zagal de todo el pueblo. Vive el dador, que es moza de chapa, hecha y derecha, y de pelo en pecho, y que puede sacar la barba del lodo a cualquier caballero andante o andar, que la tuviere por señora. ¡Oh hideputa, qué rejo que tiene, y qué voz!"

Vamos, que ríete tú de la de Mairena.